31 marzo 2008

Hallada en Atapuerca la mandíbula de un hominido de 1,2 millones de años

Los yacimientos de Atapuerca no dejan de proporcionar hallazgos de importancia mundial y que contribuyen al conocimiento de la evolución de nuestra propia especie. En esta ocasión se trata del hallazgo de un fragmento de mandíbula datado en 1,2 millones de años, lo que adelanta al menos en 400.000 años la ocupación humana de la Península Ibérica. Nosotros estuvimos allí.
El hallazgo de industria lítica de industria lítica en los mismos niveles ya hacía sospechar al EIA (Equipo de Investigación de Atapuerca) de la existencia de humanos de esa edad, aspecto que se confirmó en el verano de 2007 con el hallazgo de un diente. La publicación de los datos en la prestigiosa revista Nature, corrobora la importancia el hallazgo y permite conocer detalles sobre los primeros europeos. Los rasgos del resto fósil permite vincular el resto a la especie Homo antecessor, definida en sedimentos de unos 800.000 años también en Atapuerca, y que a la luz de la mandíbula hallada podría tratarse de una especie genuinamente europeo que evolucionó por separado desde la llegada a Asia de los primeros homínidos africanos.
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Trabajo en equipo:
La mandíbula pertenece al nivel TE9 del yacimiento Trinchera del Elefante, pero el hallazgo y estudio de la mandíbula de Atapuerca es el resultado del intenso trabajo que cada año realiza el EIA. En él han trabajado paleontólogos y arqueólogos del Instituto de Paleontología y Evolución Humana, del Centro de Evolución y Comportamiento Humanos – Instituto Carlos III, del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana y del grupo Aragosaurus de la Universidad de Zaragoza. Como dato curioso decir que este último grupo, responsable del estudio de la microfauna de Atapuerca y dirigido por la profesora Gloria Cuenca-Bescós, ha contribuido a la datación a través del estudio de las asociaciones de micromamíferos que se recuperan en la última fase de la excavación: el lavado de sedimentos, fase en la que además se recuperó un fragmento de la mandíbula publicada en Nature.

Paleoymás estuvo allí:
El hallazgo de la mandíbula ocurrió en la campaña de excavación de 2007 y supuso un momento de gran alegría y revuelo en el EIA. Los paleontólogos de Paleoymás Sergio Rasal, Javier Rubio y Cristóbal Rubio, que colaboran en las excavaciones con el equipo de la Universidad de Zaragoza, participaron del momento.


La fotografía fue tomada por Jordi Mestre, del IPHES (Tarragona).

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